miércoles, 8 de diciembre de 2010

Problemáticas de la Ciudad

Vandalismo

En las ciudades, encontramos diferentes formas de vandalismo, que van desde simples infracciones hasta grandes delitos.

Tal vez aquella simple infracción o problema menor que más abunda en las ciudades es el maltrato al espacio público; por ejemplo,  el depósito de basura en las calles y demás lugares de la ciudad, la adherencia de carteles y propagandas, etc. Estas prácticas incorrectas llevan a las ciudades a un deterioro enorme, y una razón que se le podría otorgar a este comportamiento por parte de los ciudadanos es una falta de cultura y de hábitos, además de no considerar al espacio público como un lugar propio compartido, sino como simplemente una porción de tierra que no le pertenece a nadie. Otra justificación para ésta conducta podría ser la falta de controles y sanciones proporcionadas por el gobierno para todo aquel que haga alguna clase de daño al espacio público. Es muy triste ver que se hacen numerosas campañas de concientización, pero se hace evidente que éstas siempre han sido insuficientes; por lo tanto, es hora de tomar medidas más drásticas.

Ya encaminándonos hacia lo que consideramos delitos, es inconcebible encontrarnos con robos continuos de cestos de basura, medidores de velocidad, semáforos, y demás objetos que al ser hurtados le implican un elevado costo al presupuesto público y las empresas de servicios. Con más razón aún, medidas eficaces son necesitadas para detener el vandalismo en las ciudades.


Contaminación

Por ser los lugares en los que habita el mayor número de gente, la contaminación en las ciudades es una problemática de gran nivel y que afecta negativamente a los ciudadanos. Hay varios tipos de contaminación: Atmosférica, auditiva o acústica, visual y del agua.

La contaminación atmosférica consiste de materias presentes en el aire que son dañinas, y éstas son emitidas en forma de gases o como partículas sólidas muy pequeñas. También, por medio de un fenómeno muy común en las ciudades, el cual es el smog, que perjudica al aire, al suelo, y al agua, y causa daños sobre zonas forestales y agrícolas cercanas a las ciudades, y en diversas especies animales. Pero lo más importante es que provoca graves problemas respiratorios, como bronquitis y asma, en los seres humanos. El smog es causado por mucho tráfico y poco movimiento del aire, y en invierno se presenta como smog ácido por las bajas temperaturas y el dióxido de azufre que emiten las calefacciones. Los desechos domésticos, además de ensuciar la ciudad, también afectan al aire, ya que generan gas metano.

Cuando el ruido se convierte en un sonido molesto que puede producir efectos fisiológicos (pérdida de la audición) o psicológicos (irritabilidad exagerada), es considerado un contaminante auditivo. Ésta contaminación es causada por la construcción de edificios, la industria, el transporte, entre otras. Lo que se tiene que tener en cuenta es que el ruido no puede superar el límite de los 50 db (decibeles) y esto claramente no es seguido correctamente.

La contaminación visual se refiere al abuso de elementos que alteran la imagen del paisaje urbano. Estos elementos pueden ser carteleras publicitarias, cables, chimeneas, postes, etc. Gracias a éstos, el hombre puede percibir un ambiente caótico y de confusión que lo distrae; por lo tanto, puede generar, por ejemplo, distracción en los conductores, causando múltiples accidentes de tránsito. Ésta contaminación no es efecto de más sino de la sociedad de consumo al actuar sin conciencia social ni ambiental.

Muchas aguas están infectadas con diversos tipos de contaminantes, hasta el punto de hacerlas peligrosas para la salud humana y dañinas para la vida; esto ocurre ya que, al ser el agua fácilmente purificada y aparentemente abundante, es el lugar donde comúnmente los ciudadanos arrojan los residuos producidos por sus actividades. En este siglo es cuando se ha extendido la degradación de las aguas a mayores niveles, ya que se empezó contaminando los ríos de las zonas portuarias e industriales, pero con la industrialización y el desarrollo económico, éste problema se ha ido trasladando a lo largo de todo el planeta.

Ana Balza

lunes, 4 de octubre de 2010

La batalla de las Termópilas y su historiador

Al pensar en sucesos significativos de la antigüedad, se nos vienen a la cabeza guerras como la de Troya, la de Mesenia, la del Peloponeso, las Médicas, las Púnicas y las de Macedonia, invasiones como las celtas y las romanas, e incluso caídas de magnos y sagrados imperios como es el caso de La Caída del Imperio Romano, que marcó el fin de la época antigua debido a su relevancia; pero definitivamente una de las batallas más recordadas a través de la historia es La Batalla de las Termópilas. Sí, esa batalla inspiradora que demuestra el valor y el coraje de un pueblo por defender su libertad ante un número de invasores descomunalmente mayor. Ésta historia es tan popular que incluso se han hecho diversas adaptaciones actuales sobre la batalla, tales como la novela gráfica 300 de Frank Miller, de la cual en el 2007 se hizo una película con el mismo nombre. Sin embargo, al remitirse al Internet como fuente de información, es fácil encontrarse con una historia inexacta, pero en la que confiamos de todas formas. Pero, ¿cómo llegamos a conclusiones de lo que ocurrió en un pasado tan lejano? ¿Quién fue el encargado de llevar a cabo este trabajo? Es ahí cuando nos encontramos con el historiador griego Heródoto, quien ha llegado a ser considerado quien inventó la historia tal y como la conocemos hoy en día, y quien fue la fuente primaria en lo relativo a las Guerras Médicas. Heródoto innovó contando los orígenes de las Guerras Médicas, en donde está incluida la Batalla de las Termópilas, las cuales  en el momento eran hechos relativamente recientes en la historia y no orígenes de un conflicto de un pasado muy lejano que terminaría siendo fabuloso. Y es así como él nos narra la Batalla de las Termópilas, en donde los aliados griegos (espartanos, tespios, entre otros) luchan contra los persas; diciéndonos que mientras los griegos, encabezados por los espartanos y su líder el rey Leonidas I, eran sólo 5.200, había 2.080.000 persas, liderados por el Emperador Jerjes I, sedientos por conquistar la totalidad de Grecia. Después, nos dice Heródoto que ese ejército pequeño en comparación con su opositor logró resistirse por siete días. El ejército del rey Leonidas I siguió bloqueando la que aparentemente era la única entrada a Grecia, pero fueron traicionados por Efialtes, quien les reveló a los persas una entrada para acceder a la retaguardia de las líneas griegas, y así murieron entre 1.000 y 4.000 combatientes de éste bando, incluyendo a Leonidas I. Los persas incluso llegaron a capturar Atenas, pero después en las batallas de Salamina y Platea los aliados griegos consiguieron la victoria y lograron terminar con la invasión persa. Esa es la historia de la Batalla de las Termópilas, pero recordemos que es la historia según Heródoto. Éste hombre le proporcionó al mundo entero por medio de su obra Historias estos eventos que, no sólo explican parte de la historia, sino que también resultan muy interesantes de leer y contar. Entonces, ¿pudo Heródoto haberse inventado estos eventos para consagrarse como un gran historiador? De esta manera nacen dos puntos de vista a cerca de la historia de Heródoto sobre muchas guerras, ya que mientras un bando lo considera un innovador historiador que oficializó los hechos de tan importante batalla y otras, otro gran número de historiadores lo criticaron, dedicándole inclusive obras completas para demostrar su desaprobación, tal como es el caso de Sobre la malignidad de Heródoto, de Plutarco. Los seguidores y proclamadores de Heródoto afirman que, a pesar de que las fechas y números de soldados no son exactas, estudios arqueológicos concuerdan magnamente con muchos de los hechos narrados por el historiador; por el otro lado, opositores de Heródoto señalan como éste no fue lo suficientemente pro griego y se atrevían a afirmar cosas como que era un amante de los bárbaros y que había inventado gran parte de su historia. Conociendo ahora ambas opiniones sobre qué tan real puede ser la historia que hoy en día seguimos estudiando para comprender los grandes enfrentamientos de la antigüedad, podemos también decir que ésta batalla fue de gran importancia para la humanidad porque es un ejemplo del poder que puede ejercer sobre un ejército el patriotismo y la defensa de su propio terreno por parte de un pequeño grupo de combatientes; se ha convertido en un símbolo de valentía frente a adversidades difíciles o, incluso, insuperables. Y, ante todo, es una batalla inspiradora, por causa del heroísmo de los soldados que no abandonaron la retaguardia a pesar de estar conscientes de la muerte segura a la que se enfrentaban. La Batalla de las Termópilas nos demuestra de lo que es capaz un grupo de hombres libres luchando por su país y por su libertad.
Película 300 (2007)
Heródoto
Leonidas I en Termópilas
                                                
Ana Balza